Después del trabajo que conlleva la recolección de la chambira, las mujeres proceden a desfibrar, para luego cocinar a fuego lento la fibra, y después, secarla bajo el sol, para luego poder tinturarla utilizando otras plantas, semillas, hojas, para sumarle al encanto de un producto único Waorani, hecho a mano. Finalmente, las mujeres realizan el entorche para obtener el hilo con el que elaboran sus valiosas artesanías.
El procesamiento de las artesanías de mujeres waorani cumple con el estándar internacional FairWild para la recolección silvestre sostenible y el comercio justo. Este emprendimiento además de reducir las amenazas sobre los ecosistemas, es fuente de ingresos que diversifica la economía en las comunidades, y rescata la tradición cultural.